Resumen |
Lo que comienza como un juego de niños, entre un príncipe y un mendigo que intercambian sus ropas por diversión, se convierte en una doble historia de dichas y tristezas: El pobre Tom Canty, que antes soñaba con ser un príncipe, encuentra que en la corte no todo son lujos y placeres, sino obligaciones y formulismos agobiantes y carentes de sentido; y el soberbio Eduardo Tudor, que jamás pensó en abandonar las comodidades y esplendores de palacio, se encuentra de repente ante la realidad que viven sus más humildes súbditos, y experimenta en carne propia la severidad de los estatutos legales que se aprueban en su corte para ser aplicados a la gente del pueblo. |