Resumen |
Apenas nació, el viento, que siempre está jugando con los panaderos y los hamaca entre sus brazos grises y grandes, se lo llevó sobre los techos haciéndole cosquillas. Al panadero le gustó mucho volar y no se fijó adónde iba. Ni siquiera se le ocurrió pedirle al viento que lo dejara en un lugar frescosobre tierra blanda y húmeda. Se reía tanto que no podía pensar en nada. |